Quisimos hacer esto pues en el país la salud no es muy accesible, lo que perjudica en gran parte a las personas de bajos recursos. Como el hospital del niño les permite el acceso a, una gran cantidad de personas van al lugar. Por esto, el lugar siempre esta lleno, y en la sala de espera los niños se duermen del aburrimiento, se quedan llorando, hacen rabietas, mientras los padres poco pueden hacer ante tan larga espera. Por esto, acordamos en llevar dibujos para colorear, crayones, plumones, lapices, etc.
Una experiencia muy agradable en particular fue cuando un niño estaba llorando estruendosamente estando junto a su madre, la cual no hacía nada y más bien rechazaba al niño. Ante esto, me acerqué con unos juguetes del establecimiento al niño e intenté tranquilizarlo. Al comienzo no me hacía caso, pero a medida que me mostraba más cariñoso y le mostraba que podía hacer con los juguetes, se me acercó más y más. Al final jugamos a construir y destruir casas con los cubos de juguete, ahora el niño sonreía, hasta que le tocó su turno en el doctor. Relaciono toda la experiencia la razón de aprendizaje 4 ya que todos nos dividimos el trabajo para atender a todos los niños. Junto a mis 2 compañeros acogimos y dibujamos junto a los niños y cuando un niño en particular se encontraba muy mal, me acerqué para calmarlo para devolver la paz al ambiente. También la razón 6, ya que es muy importante que el Estado preste más atención a estos centros de salud, en los que la gente de bajos recursos demora muchísimo en ser atendida, incluso obligada a posponer sus citas para otras oportunidades, por lo que quisimos evitar que los niños puedan distraerse mientras tengan que esperar durante mucho rato.
(Se consultó la previa aprobación de los padres de los menores para poder tomar fotos y su publicación en este medio)
